No recibo noticias de nadie.
A veces pienso que es una pena
estar aquí escondido entre tantos papeles
y cuadernos maltrechos.
Cuando me ocurre esto
suelo recurrir a la antología de Parra
y me calmo como un niño con su chupete.
sábado, 5 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No recibes noticias y sin embargo, no creas que es malo. A veces las noticias no esconden más que perturbaciones.
ResponderEliminarRecibe un abrazo
¿Se te acabó el boli?
ResponderEliminarSoy vecino de Mckelvey desde hace bastante tiempo; no sabria decir cuanto pero lo que si puedo decir es que hace un par de meses paso por mi puerta y me solto una mirada resuelta (me marcho Rasid, cuidate... no se cuando volvere)
ResponderEliminar